Uno de los principales obstáculos,
que vemos al abrir un contenedor amarillo, es que las personas mezclan envases
ligeros junto al papel y cartón. Estos residuos más tarde se separan en las
fábricas de clasificación, pero retrasan mucho el trabajo y hacen el proceso
más costoso. Reciclar dos toneladas de plástico, es igual a ahorrar una
tonelada de petróleo. Reaprovecharlo no es fácil, pues se tiene que separar por
composición química y clasificar por colores, luego lavarlo y triturarlo para su
nueva utilización. Por ello, para poder ayudar a separar los tipos de materias,
existen en el mercado cubos de basura para la cocina, que permiten esta
función, los puedes ver en http://www.masmasiatienda.com/categorias/eco-cubos,
es la
aportación que tu puedes hacer por la naturaleza.
Luego tenemos los metales. En 2007, Ecoembes
recuperó 236.928 toneladas de envases de metal, 896 más que el año anterior. Recordad,
todos al contenedor amarillo. Son de acero y aluminio: latas, botes de
conserva, aerosoles, planchas o bandejas y el papel de aluminio. De estos
materiales se recicla todo, pero mediante distintos sistemas. El reciclar acero
ahorra un 70% de consumo de energía.
Desde mayo de 1998 se han recogido 8,9 millones de toneladas en envases. Según
el director general de Ecoembes, “se podrían llenar e incluso rebosar, 650
campos de futbol”.
Ecovidrio se encarga de los contenedores
verdes, gestiona su recogida y tiene la obligación de darle una nueva vida a
botellas, frascos, tarros y otros artículos de este material. Todo lo que se
recupera por el “iglú” verde, se recicla sin perder sus cualidades. El pasado
año, en nuestro país se depositaron en él 657.330 toneladas de vidrio, el 56,6%
que se calcula se consume.