La hipocondría es una enfermedad psicológica que
puede alcanzar a ser un problema serio si los síntomas son exagerados. Los
hipocondríacos viven en un contínuo sufrimiento por el temor a enfermar. Las personas que sufren el
síntoma se autodiagnostican los males, interpretando sus síntomas de forma
exagerada, que no estando avalados por un reconocimiento médico, hacen
que esten ansiosos y que deformen su percepción de lo real. Por ejemplo, un
lunar puede ser para ellos el comienzo de un cáncer de piel; una simple
erupción cutánea, un herpes zóster; una taquicardia, la aproximación de un
infarto de miocardio; un dolor de
cabeza, la consecuencia de un tumor cerebral. Y así la cadena no tiene fin,
como la angustia en la que viven.
La hipocondría es un trastorno
psicológico, por lo que la mejor forma de tratarlo consistirá en una terapia cognitivo-conductual, que tendrá el objetivo de hacer que
el paciente deje ese miedo a estar enfermo. Esta terapia la puedes conseguir en
Lo
primero que hay que hacer, es que el paciente anule las visitas constantes a
las consultas médicas y a las urgencias de hospitales y que la salud y la
enfermedad no sean sus conversaciones habituales. Además, es importante la
colaboración de sus familiares y de las personas de su vida cotidiana.
Existen
diferencias entre la hipocondría y la aprensión, ya que ésta última no afecta a
la vida social, laboral y familiar de la persona. Para los psicolegs, el poder diagnosticarla, precisa que el paciente
presente los síntomas al menos durante seis meses y asegurarse de que no padezca ninguna
enfermedad real. Se puede saber si un individuo es hipocondríaco, si observamos
en el la meditación continuada sobre los síntomas de una enfermedad, ya sean ciertos
o imaginarios.