Los rótulos
son una pieza más del conjunto urbano y, deben continuar una línea acorde con
su entorno, pero a la vez deberán tener ese punto distinto que llama la
atención. Es necesario terminar con la idea, de que un rótulo es un gasto, la
realidad es diferente. Un rótulo es una inversión de futuro, es apostar por un
tipo de publicidad longevo, barato y eficaz.
Los rótulos son
parte del paisaje urbano y siendo un elemento más que nos rodea y que decora y
da imagen a las calles de la ciudad. Es un producto publicitario, con el que se
hacen los entornos más o menos bellos y habitables, ofreciendo información útil
a los ciudadanos y damos a conocer nuestros negocios. Fuera de la concepción acostumbrada
de los rotulos, como identificadores
de locales y empresas, estos aportan una gran cantidad de aplicaciones y
utilidades, que contribuyen al paisaje urbanístico y a la tela de araña de los
servicios en las ciudades.
Las luces y
señalizaciones urbanas, señales de tráfico, postes informativos, carteles
informativos en las distintas vías de circulación, dibujan un cuadro exacto de
cada ciudad. Son elementos muy importantes, no tan sólo por la información y
prestaciones que nos dan, también como elementos decorativos de la ciudad. Transitas
a su lado sin darles demasiada atención pero están ahí, en cada calle, cada
esquina, cada establecimiento y lo quieras o no, son los referentes que nos
guían por los entornos urbanos, y por qué no, la pincelada que le da color al
grisáceo paisaje urbano.
Es pues por
esto, que los ayuntamientos se han dado cuenta de la importancia que tienen
estos soportes, en la imagen que proyecta el casco urbano a vecinos y turistas,
pues se han puesto manos a la obra, con la regulación de la publicidad exterior
en sus metrópolis, mediante algunas ordenanzas municipales.