viernes, 22 de agosto de 2014

Los psicologos y el tratamiento de Cinofobia

El inicio en un tratamiento de Cinofobia, podrá ser en ver programas de televisión o películas, donde salgan perros de diferentes características (exposición en imágenes). Llegando hacia la exposición en vivo, el otro paso podría desenvolverse como un encuentro con perros pero respetando la distancia, por ejemplo a través de las barras de una jaula, la ventana de una casa con mascota o la valla de un parque para canes. En proporción de que la persona se sienta más cómoda, se podría prolongar más tiempo, con los perros cogidos con sus correas. Más tarde buscaríamos, el poder relacionarse con los perros de una forma más próxima.
Los ejercicios de relajación y respiración, podrán ser de utilidad para controlar de forma puntual, la ansiedad ante el encuentro con los perros y poder obtener un resultado en positivo para este síntoma.


Terapias cognitivo-comportamentales y realidad virtual.


En los últimos años, los psicologos han ido incorporando terapias cognitivas para tratar las fobias, empleadas en la mayoría de las ocasiones combinándolas con estrategias de exposición.
En base, la idea es en la adaptación al ámbito de las fobias de programas terapéuticos ya utilizados. Generalmente, estos programas van con destino a modernizar los patrones de la forma de pensar, insistiendo en las diferencias de los pensamientos reales e irreales o la distinción entre posible y probable. En el caso de las fobias, la persona crea una estimación aumentada e irracional del peligro, que no se corresponde al riesgo real de la situación. Así, la pretensión es que los pacientes fóbicos, accedan a la exposición del estímulo fóbico, con la menor ansiedad de anticipación posible, quiero decir, disminuir la ansiedad que se experimenta, ante la perspectiva de padecer ansiedad o pánico, cuando en la realidad nos encontremos ante el estímulo que tememos.
Desde esta perspectiva, se incluyen también las técnicas destinadas a incrementar la información del paciente sobre su trastorno (terapias informativas, biblioterapia). En ambos casos, se trata de presentar al paciente la máxima información relevante, con referencia al estímulo fóbico.