El inicio en un
tratamiento de Cinofobia, podrá ser en ver programas de
televisión o películas, donde salgan perros de diferentes características
(exposición en imágenes). Llegando hacia la exposición en vivo, el otro paso
podría desenvolverse como un encuentro con perros pero respetando la distancia,
por ejemplo a través de las barras de una jaula, la ventana de una casa con
mascota o la valla de un parque para canes. En proporción de que la persona se
sienta más cómoda, se podría prolongar más tiempo, con los perros cogidos con
sus correas. Más tarde buscaríamos, el poder relacionarse con los perros de una
forma más próxima.
Los ejercicios de relajación y respiración, podrán ser de utilidad para
controlar de forma puntual, la ansiedad ante el encuentro con los perros y
poder obtener un resultado en positivo para
este síntoma.
Terapias cognitivo-comportamentales y
realidad virtual.
En
los últimos años, los psicologos han
ido incorporando terapias cognitivas para tratar las fobias, empleadas en la
mayoría de las ocasiones combinándolas con estrategias de exposición.
En
base, la idea es en la adaptación al ámbito de las fobias de programas
terapéuticos ya utilizados. Generalmente, estos programas van con destino a modernizar
los patrones de la forma de pensar, insistiendo en las diferencias de los pensamientos
reales e irreales o la distinción entre posible y probable. En el caso de las
fobias, la persona crea una estimación aumentada e irracional del peligro, que
no se corresponde al riesgo real de la situación. Así, la pretensión es que los
pacientes fóbicos, accedan a la exposición del estímulo fóbico, con la menor
ansiedad de anticipación posible, quiero decir, disminuir la ansiedad que se
experimenta, ante la perspectiva de padecer ansiedad o pánico, cuando en la
realidad nos encontremos ante el estímulo que tememos.
Desde
esta perspectiva, se incluyen también las técnicas destinadas a incrementar la
información del paciente sobre su trastorno (terapias informativas,
biblioterapia). En ambos casos, se trata de presentar al paciente la máxima información
relevante, con referencia al estímulo fóbico.