* La superficie sobre
la que tenemos que colocar el vinilo, debe de estar desempolvada, limpia y
seca. Debemos tener en cuenta, que debe ser una superficie lisa y sin
imperfecciones. La pared cuya pintura esté en mal estado, puede ocasionar muy
mala adherencia y por lo tanto, un rápido envejecimiento del vinilo. No se debe
colocar directamente en paredes de yeso que no estén pintadas.
*Sitúa el diseño en la pared,
para visualizar la posición que mas te agrade. Puedes sujetarlo con cinta
adhesiva de carrocero u otra parecida (de baja adherencia), que te deje moverlo
y decidir el mejor lugar.
* Una vez elegida la situación,
fijarlo por la parte superior con la misma cinta, comprobando que quede lo suficientemente
fuerte para poder manipular. Antes de comenzar a quitar el papel soporte, pasar
la paleta presionando contra la pared, por encima del diseño, para conseguir un
correcto pegado.
* Comienza a quitar el
papel soporte trasero, asegurando que el vinilo esté pegado por completo al
papel adhesivo. A la vez que estás quitando el papel soporte, puedes comenzar a
colocar los vinilos a la pared, usando
la paleta con movimientos de lado a lado y sin dejar espacios sin repasar. No
es preciso hacer mucha fuerza.
* Una vez quitado todo
el soporte y el vinilo adherido sobre la pared, deberás repasarlo con firmeza,
con la finalidad de que quede correctamente adherida la totalidad del diseño, teniendo
especial cuidado en las puntas y los contornos del mismo.
* Ya puedes quitar el
papel adhesivo de la pared. Para ello, debes ir tirando de el con cuidado de no
levantar el vinilo, deslízalo apoyándolo sobre si mismo. No es preciso
retirarlo de una sola pieza, se puede hacer por zonas, partiendo el papel, para
mayor comodidad. Este paso es de importancia y debes hacerlo con mucho
cuidado.
*Una vez quitado el papel,
puedes usar un secador de pelo para calentar el vinilo a la vez que se repasa
con la paletilla, con ello se consigue una mayor fijación sobre las paredes.