La
sensación de sequedad ocular, puede presentarse en cualquier instante
y situación.
Será en
ambientes cargados y con poca ventilación, en lugares donde la calefacción es
por aire y alta temperatura, momentos con mucho viento, un paseo en bicicleta, etc…
Son situaciones, en las cuales podamos notar la sensación de ojo seco, arenilla
en los ojos, algo de escozor… será entonces, cuando deberíamos utilizar un humectante para lentillas de contacto, en caso de utilizar lentillas, o una lágrima artificial en
caso contrario.
Podremos hacerlo con la frecuencia que el ojo nos lo pida y una dosis de entre
una y tres gotas según el laboratorio de elaboración.
En el caso del portador de lentillas de contacto, es muy cómodo tener presente
el humectante, pues da una sensación de frescor y
confort muy placenteras, sobre todo cuando ya tenemos el ojo un poco fatigado
al final del día.
También se
aconseja poner una gota de humectante o lágrima, para sacar la lentilla, ya que será
más sencilla su extracción y al estar más hidratada en el momento de la manipulación,
evitaremos posibles roturas.
No debemos olvidar, que existen tratamientos farmacológicos que por sus efectos
secundarios provocan sequedad glandular, con lo cual la glándula lagrimal
segregará menos lágrima y de menor calidad y también tendremos que acudir a
humectantes.
Podrás adquirir
algunos humectantes, pero en todo caso, es conveniente el consultar a tu óptico
de confianza, para que nos oriente en cada caso particularmente.