Pasados los años el término de publicidad
exterior, al ir avanzando, ha
sustituido al vocablo más común de, publicidad de exteriores. Este cambio implica más que una normal
modificación a la terminología. Da a conocer, la diversificación de la
industria y de su estrategia mercadotécnica. Quienes se dedican a la publicidad
exterior están introduciendo sistemas muy variados, consiguiendo la identificación
con mejor precisión de los integrantes de su mercado, y además aumentando el número
de anunciantes que se habían conseguido en los años precedentes. La publicidad
exterior, le da a los anunciantes diversas técnicas para incrementar sus medios
primarios, especialmente cuando se introducen nuevos productos, o cuando se quiere
obtener un gran reconocimiento de productos que ya se encuentran en el mercado.
La publicidad exterior, no solamente es la manera de
publicidad más antigua, sino también la que más sobre comunicación de masas.
Las pinturas en los muros de las tumbas y las tablas de arcilla con rotulos para el público, son de la
época del Antiguo Imperio Egipcio, de hace 5000 años. En épocas más próximas,
los simbolismos de las tabernas en la Inglaterra del siglo XV, valían como puntos de
referencia, a la vez que informaban sobre el alojamiento a los cansados
viajeros que, con bastante frecuencia eran analfabetos. Los inicios del cartel
exterior, se pueden rastrear hasta la perfección del proceso litográfico en
1796, fecha en que los carteles empezaron a ser una manera de propaganda política y
de publicidad muy popular. Los carteles, fueron empleados de forma muy amplia,
por los colonizadores de los territorios de EE.UU. durante la Guerra de Sucesión, y
pintores como Manet y Toulouse-Lautrec realizaron encargos para
la promoción de exteriores en la
Francia del siglo XIX.