lunes, 24 de noviembre de 2014

Pequeña historia del neon para los rotulos luminosos


El nacimiento del tubo de neón, lo podemos situar en el año 1.855 con el entonces llamado “Tubo Geissler”, de Henry Geissler, un soplador de vidrio en Alemania. El gas fue puesto a baja presión en el interior del tubo y al aplicar un voltaje eléctrico se descubrió que el tubo brillaba intensamente.
El gas neón lo descubrieron Guillermo Ramsey y M.W. Travers en 1.898 en Londres, es un elemento gaseoso con presencia en el aire con una proporción del 0,001%.
Más tarde de la aparición de los generadores de electricidad y de la energía eléctrica, originaron hacia el 1.900 varias lámparas de descarga o lámparas de vapor eléctricas.

El tubo de neón, llamado también tubo de descarga, se usó por vez primera como elemento publicitario en el salón del automóvil del Gran Salón de Paris en 1.910. Esta primera aparición fue realizada por Georges y André Claude que introdujeron el gas neón, de color rojo, en un tubo de vidrio al que previamente se le había provocado un cierto nivel de baja presión (vacío) y al conectarlo a una corriente eléctrica, vieron su gran rendimiento como tubo de iluminación.

Más tarde, el tubo de neón se introdujo en los EE. UU. por Earle C. Anthony de la marca de coches Packard que adquirió dos pequeños rotulos luminosos con su marca.
Desde ese momento, la iluminación de neón se popularizó con rapidez, como el elemento de publicidad visible mas efectivo, que llamaría la atención de tal manera que obligaba parar a las personas a mirar su trazado y su brillo.

Elementos

En un tubo de neón, hay básicamente cuatro componentes: el tubo de vidrio, los electrodos o terminales metálicos, los pigmentos fluorescentes y el gas que contiene en su interior (neón o argón en función del color preferido). Debido a su alto poder de ionización, el neón fue el primer gas usado, de ahí la generalización de su nombre a todo tipo de tubo luminiscente.

Condiciones en la confección del tubo de neón:

Guardar un espesor y diámetro continuado, para así evitar las diferencias entre el enfriamiento de las caras interior y exterior del mismo, eliminando las tensiones que pueda ocasionar una fisura.

Los pigmentos fluorescentes son substancias como el silicato de zinc, de cadmio, borato de cadmio, tungstato de calcio o tungstato de manganeso. Estos mezclados entre sí y a su vez con un activante, nos dan una gama de colores.

El último componente del tubo de neón es el gas. Aunque el primer gas fue el neón, en la actualidad se utiliza también el argón y algunas mezclas entre ambos.