Los talleres
especializados, como talleres granada,
actualmente prestan especial atención a los aumentadores de fuerza de frenado,
que son la base del desarrollo de los sistemas de seguridad como el de
antibloqueo (ABS) y el de antivibración (ESP). Continental equipa desde
principios de 2013 en los coches con tracción tradicional, un “Booster”
completamente de aluminio que es un 50 por ciento más ligero que los anteriores.
Comparándolo con el componente de acero, pesa 1,7 kilos menos.
Bosch también ha trabajado
en un aumentador de fuerza de frenado: el sistema electromécanico “Booster”, que
mejora el trabajo de las baterías de los vehículos eléctricos e híbridos, pero
también puede entrar en el equipo que
montan los vehículos con motor de combustión.
Lo que hace el “Booster”,
es transformar la energía que se produce con el frenado, en corriente eléctrica
que recarga las baterías aumentando su autonomía. La solución de Bosch renuncia
a una bomba de vacío. Esto ahorra energía dado que la bomba debe estar
accionada constantemente.
El “Booster” incorporó
de serie en el pequeño coche eléctrico Volkswagen e-Up que se presentó en el
Salón del Automóvil de Fráncfort. Aunque Bosch no comentó el potencial del
nuevo aumentador de fuerza para vehículos eléctricos, en los de hasta ahora de
inyección directa puede alcanzar a reducir, dependiendo de las condiciones,
entre medio y un litro.
Por otra parte está,
la velocidad de reacción de los frenos. En los coches más antiguos, se tenía
que activar con fuerza la palanca del freno. De eso hace ya bastante tiempo. Comparándolo
con el sistema directo anterior, el “Booster” es tres veces más rápido y saca
toda la fuerza en aproximadamente 120 milésimas de segundo. Consecuentemente
tendremos una menor distancia de frenado.
Los ingenieros, tenían
otro obstáculo en lo referente a los sistemas de recuperación, bien con frenos
de disco o con el motor eléctrico frenando como generador. La solución debe ser,
que el conductor no se de cuenta de que el frenado se retarda.