Los músculos, son verdaderamente los
responsables del movimiento del caballo, estos crean fuerza que es aplicada al
hueso por los ligamentos, más la angulación y el tamaño de los huesos y sus
articulaciones dan las peculiaridades al movimiento de cada ejemplar.
Un esqueleto fuerte y desarrollado en
inmejorables condiciones, da el soporte conveniente y evita el desgaste
articular prematuro tan indeseado para la vida deportiva.
El esqueleto del caballo, madura desde el
instante de su nacimiento hasta el momento en que el caballo cumple los 8 años
de edad.